Confucio fue un gran
pensador chino cuya doctrina recibe el nombre de confuncionismo.Su forma de
pensar se basaba en las enseñanzas de antiguos sabios. Estas tuvieron una gran
influencia en la filosofía y en la historia occidental.
China, tuvo una época en la que sufrió grandes procesos
de degeneración. Por ello, Confucio llegó a la conclusión que debía impartir
antiguos preceptos que principalmente hablaban sobre la moral personal, tanto
por lo que respecta a la orientación de las conductas privadas como a las
normas del buen gobierno.
Resaltó el cuidado de la tradición, el estudio y la
meditación. Siendo las máximas virtudes: la tolerancia, la bondad, la
benevolencia, el amor al prójimo y el respeto a los mayores y antepasados.
Confucio insistía en el respeto de los hijos a los
padres y en la obediencia de las mujeres a sus maridos. También la sumisión del
pueblo a las autoridades, aunque rechazando la tiranía: los súbditos debían
obediencia al soberano, ya que el Estado existía para buscar el bien de los
gobernados; pero, por la misma razón, los gobernantes debían gobernar según
rectos principios éticos, aplicando el ejemplo moral y no la fuerza. De esta
manera, si el príncipe era virtuoso los súbditos seguirían su ejemplo.
En resumen, la doctrina confuciana influyó a que el
pueblo amara a su propia gente, a tener respeto por sus mandatarios, a la
cultivación personal sin cesar a la perfección y tener por objetivo la paz y
armonía general.
Estas reformas, condujeron a una administración de
justicia caracterizada por su imparcialidad y erradicación del crimen.
Por todo lo leído, podemos decir que Confucio trajo
grandes enseñanzas de moralidad y respeto para la cultura occidental y más
adelante; para el mundo. A pesar de que China estaba pasando por malos
momentos, él y su forma de pensar ayudaron su situación mejorara.
Por ello,
debemos apreciar lo que dijo este gran pensador y reflexionar sobre nuestra
actualidad.