lunes, 29 de agosto de 2016

Confucio fue un gran pensador chino cuya doctrina recibe el nombre de confuncionismo.Su forma de pensar se basaba en las enseñanzas de antiguos sabios. Estas tuvieron una gran influencia en la filosofía y en la historia occidental.
 
China, tuvo una época en la que sufrió grandes procesos de degeneración. Por ello, Confucio llegó a la conclusión que debía impartir antiguos preceptos que principalmente hablaban sobre la moral personal, tanto por lo que respecta a la orientación de las conductas privadas como a las normas del buen gobierno.
 
Resaltó el cuidado de la tradición, el estudio y la meditación. Siendo las máximas virtudes: la tolerancia, la bondad, la benevolencia, el amor al prójimo y el respeto a los mayores y antepasados.
Confucio insistía en el respeto de los hijos a los padres y en la obediencia de las mujeres a sus maridos. También la sumisión del pueblo a las autoridades, aunque rechazando la tiranía: los súbditos debían obediencia al soberano, ya que el Estado existía para buscar el bien de los gobernados; pero, por la misma razón, los gobernantes debían gobernar según rectos principios éticos, aplicando el ejemplo moral y no la fuerza. De esta manera, si el príncipe era virtuoso los súbditos seguirían su ejemplo.
 

En resumen, la doctrina confuciana influyó a que el pueblo amara a su propia gente, a tener respeto por sus mandatarios, a la cultivación personal sin cesar a la perfección y tener por objetivo la paz y armonía general.
Estas reformas, condujeron a una administración de justicia caracterizada por su imparcialidad y erradicación del crimen.
Por todo lo leído, podemos decir que Confucio trajo grandes enseñanzas de moralidad y respeto para la cultura occidental y más adelante; para el mundo. A pesar de que China estaba pasando por malos momentos, él y su forma de pensar ayudaron su situación mejorara.
Por ello, debemos apreciar lo que dijo este gran pensador y reflexionar sobre nuestra actualidad.